La Coronilla de la Misericordia
En la noche, cuando estaba en
mi celda, vi un Ángel que era el ejecutor de la justicia de Dios.
Estaba vestido con una túnica brillante, su cara gloriosamente
iluminada y una nube bajo sus pies. En sus manos tenía truenos y
relámpagos. Cuando vi las señales de la ira divina, con las
cuales cierto país de la tierra sería castigado de una manera
particular, imploraba al Ángel, pero noté enseguida que mis
plegarias eran impotentes contra la ira de Dios ... En el mismo
momento vi a la "Santísima Trinidad", que irradiaba
Majestad y Santidad incomparables. Al mismo tiempo oí
interiormente palabras, con las cuales empecé a implorar
fervorosamente por la salvación del mundo. Y ¡Oh milagro! el Ángel
era impotente contra esta oración y no podía ejecutar el justo
castigo. Las palabras con las que imploraba la misericordia de
Dios eran las siguientes: "Padre Eterno, yo te ofrezco el
Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo y
Señor Nuestro Jesucristo por nuestros pecados y los pecados del
mundo entero. Por su dolorosa pasión, ten misericordia de
nosotros y del mundo entero.
A la mañana siguiente, cuando
entraba en la capilla, escuché estas palabras interiormente:
"Cada vez que entres en la capilla, inmediatamente recita
la oración que te enseñé ayer". Cuando había recitado
la oración, escuché estas palabras dentro de mi alma:
Esta oración sirve para
aplacar la ira de Dios. La rezarás por nueve días en tu rosario
ordinario de la siguiente manera: al principio rezarás un Padre
Nuestro, una Ave María y un Credo. Después rezarás en las
cuentas grandes: "Padre Eterno yo te ofrezco el cuerpo, la
sangre, el alma y la divinidad de Tu Amadísimo Hijo y Señor
Nuestro Jesucristo para implorar el perdón de nuestros pecados y
de los del mundo entero" En los granos pequeños: "Por
Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo
entero". Al final rezarás tres veces: "Santo Dios,
Santo Omnipotente, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y
del mundo entero"(474_476).
El Señor ha prometido que las
almas que recen esta corona serán abrazadas con Su Misericordia
durante su vida y especialmente en la hora de su muerte.
La Verdadera Devoción de la Divina
Misericordia
Hija mía si es que Yo reclamo
a la gente, a través tuyo la devoción de Mi Misericordia, debes
ser tú la primera en distinguirte en esta confianza en Mi
Misericordia. Yo exijo de ti actos de misericordia, que deben
realizarse por amor a Mí. Tú debes mostrar misericordia a tu prójimo
siempre y en todas partes. No debes acobardarte ante esto o tratar
de excusarte o de dispensarte de esto. Te estoy dando tres medios
de ejercitar misericordia con tu prójimo: el primero por obra, el
segundo de palabra, y el tercero por la oración. En estos tres
grados está contenida la totalidad de la misericordia y es una
prueba de tu amor por Mí. Por estos medios una alma glorifica y
da tributo a Mi Misericordia. Si bien, el Primer Domingo de
Pascua, es la Fiesta de la Misericordia, también deben haber otro
actos de misericordia, y pido la adoración a Mi Misericordia en
la Celebración Solemne de esta festividad y la veneración de
esta imagen por medio de la cual yo concederé muchas gracias a
las almas. Todo esto como un recordatorio de la urgencia de Mi
misericordia, porque aún la fe más fuerte, sin obras no tienen
valor".(742).
La Hora de la Gran Misericordia:
las
tres de la tarde
A las tres de la tarde en
punto, implora Mi misericordia, especialmente por los pecadores;
y, aunque sea por un breve momento, sumérgete en Mi pasión,
particularmente en Mi abandono al momento de la agonía. Esta es
la hora de la gran misericordia para todo el mundo. Yo te permitiré
entrar en Mi dolor mortal. En esta hora, Yo no rehusaré nada al
alma que Me pida algo en virtud de Mi pasión. (1320)
La
Fiesta de la Misericordia: Domingo después de Pascua de
Resurrección
Instituida
oficialmente por la Iglesia en el año 2000
El Señor le pide a Santa Faustina, por lo menos 14 veces, que se
instituya oficialmente una "Fiesta de la Misericordia"
(Diario de Santa Faustina):
Esta Fiesta surge de Mi piedad mas
entrañable...Deseo que se celebre con gran solemnidad el primer
domingo después de Pascua de Resurrección....Deseo que la Fiesta
de la Misericordia sea refugio y abrigo para todas las almas y
especialmente para los pobres pecadores. Las entrañas mas
profundas de Mi Misericordia se abren ese día. Derramaré un
caudaloso océano de gracias sobre aquellas almas que acudan a la
fuente de Mi misericordia.
El alma que acuda a la Confesión, y
que reciba la Sagrada Comunión, obtendrá la remisión total de
sus culpas y del castigo... Que el alma no tema en acercarse a Mi,
aunque sus pecados sean como la grana. Toda Comunión recibida con
corazón limpio, tiende a restablecer en aquel que la recibe la
inocencia inherente al Bautismo, puesto que el Misterio Eucarístico
es "fuente de toda gracia".
Nuestro Señor manifestó a Santa Faustina que en la "Fiesta
de la Misericordia" se abrían todas las compuertas a través
de las cuales fluían las gracias divinas. Gracias de conversión
y perdón de los pecados. |