La
historia de esta mujer realmente se sale de lo común... pasó de ser una
religiosa como todas, que mataba sus interminables ratos de oración
contando las baldosas de la capilla, a convertirse en reformadora del
Carmelo y en "madre espiritual" de todas aquellas almas que
aspiran a la vida de perfección. Todo esto, gracias a una visión que
tuvo del lugar que le estaba reservado en el infierno de continuar con la
vida que llevaba ...
De
Santa Teresa pueden decirse muchas cosas... sus escritos místicos,
colmados de sabiduría, constituyen uno de los más grandes tesoros de
espiritualidad de todos los tiempos; su vida, llena de luchas, es sin
lugar a dudas una de las más fecundas en el seno de la Iglesia, aquella
que devolvió a la orden del Carmelo su resplandor original.
A
esta Santa le tocó vivir en un mundo cambiante, agitado por el
descubrimiento de América y la reforma protestante de Lutero. Un mundo
relajado, seducido por los encantos cortesanos y el deleite de los
sentidos. Y fue allí precisamente, luchando contra este ambiente, como
encontró el camino que aparta al hombre del bullicio exterior para
conducirlo a la paz del alma.
Su
mensaje podría resumirse en cuatro puntos esenciales:
1. Dejar actuar a Dios en nuestro corazón.
2. Procurar crecer en amistad con Dios por
medio de la oración.
3. Luchar contra todo lo que nos aleje del Señor.
4. Buscar alcanzar la santidad cueste lo que
cueste.
Con
sus escritos, Santa Teresa ha ayudado a innumerables almas a encontrar el
verdadero camino y a alcanzar la perfección. Su espiritualidad, cargada
de sentido común, es de una claridad y simpleza asombrosas. Son célebres
sus libros "Camino de perfección" y "Las moradas", en
el cual describe las diversas etapas de la vida interior. Ambas obras
constituyen un tratado de vida espiritual sencillo y al mismo tiempo
grandioso por su concepción sublime lo cual le mereció el título de
Doctora de la Iglesia, que le fue concedido por el Papa Pablo VI en 1970.
La Santa Madre, Santa Teresa de Jesús nos abre la puerta y nos enseña
el camino de la verdadera felicidad, la realización plena del ser humano
solo en Dios. Ella nos introduce en la maravillosa aventura de la vida mística,
sin importar quien sea yo o quien sea usted. Tan solo hay que tener una
“determinada determinación, y nunca por ningún motivo dar un paso atrás.
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